23.4.16

Hacker, uno de seis

Otro concepto para Rokuhakka.


Los primeros que hice no me gustaron demasiado. Quiero a los personajes del juego más cyberpunk, pero sobre todo, no me gustaron los colores. Quería una paleta limitada de color, casi monocromática. Porque la idea es distinguir las cartas de los jugadores por los colores de la ropa y accesorios. El reto con esto, por supuesto, es usar colores fácilmente distinguibles para los que padecen de daltonismo (todos los tipos de daltonismo). Y aquí están las cuatro versiones diferentes, he de decir que pasan la prueba:


Me gustó mucho más el resultado. Me agradan los colores y el estilo, pero no el personaje en sí. También creo que se verían bien en un plano americano, no tan cerca.

Ha sido un largo camino desde los primeros monitos que hice para el beta. Estos, aunque probaron ser populares en el playtest, no resultan demasiado adecuados para un producto print-on-demand.

17.4.16

Bocetos a lápiz

¡Whoa, un par de bocetos a lápiz! Hace mucho que no subía algo así.


Primero, otro boceto de San Jorge. Todavía quiero hacer del dragón una especie de cocodrilo; en este caso, un cocodrilo demasiado largo.

Después, Satanás, inspirado por Paradise Lost de John Milton.

Espero eventualmente hacer grabados de estos dos bocetos.

10.4.16

La criatura 1


Frankestein, o el prometeo moderno es uno de mis libros favoritos. El personaje del monstruo me es fascinante.

Al igual que Carmilla, esta ilustración no está terminada y será parte de un collage digital. Ambos trabajos son para una exposición colectiva en la Universidad Latina de México. Aquí está el cartel:

3.4.16

Carmilla 1


La verdad es que me gusta el mito de los vampiros. En últimos años se ha desgastado mucho el genero, pero sigo creyendo que son criaturas fascinantes. Mis obras favoritas son las del clásico vampiro victoriano. Por supuesto, Dracula de Bram Stoker es la obra maestra, pero también me gusta el poema Les Métamorphoses du vampire de Baudelaire (más bien una alegoría de la sífilis), The Vampyre de John William Polidori (honestamente no muy buen cuento, pero hay que reconocerle haber sido la primera obra de ficción occidental escrita sobre los vampiros). En estas historias se entremezcla el mito del vrykolaka griego, el strigoi rumano (recomiendo mucho ver la película del 2009 con el mismo título para darse una idea del mito original) y la sexualidad reprimida de la cultura victoriana. Mi obra favorita, sin embargo, tal vez sea Carmilla de John Sheridan Le Fanu. Tanto erotismo implícito que por sí sola esta historia inició el cliché del súcubo lesbiano y seductor.

Este retrato no está terminado, será parte de un collage digital.

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