El mío lo basé en el quinceavo arcano del Tarot, el Diablo, que por supuesto, a su vez se basa en el Baphomet de Éliphas Lévi. Y claro, como en mi pasado dibujo del Gran Macho Cabrío, un pequeño toque lovecraftiano no puede faltar.

Ahora sólo falta que organice mis libros con el sistema decimal de Dewey.